Rolo Sartorio, cantante y líder de La Beriso, presenta su primer proyecto como solista con la canción Perdido en Buenos Aires. Es el primer adelanto de un disco que planea publicar en 2025, mientras continúa con la actividad de la banda.

La canción mantiene un sonido de rock clásico, con una instrumentación directa que acompaña el tono introspectivo de la letra. Las guitarras tienen un rol central, con arreglos sencillos pero efectivos, sostenidos por una base sólida de batería y bajo. El piano aporta matices melódicos que refuerzan el clima de desolación que recorre toda la pieza.
 

La letra gira en torno a la experiencia de una ruptura amorosa atravesada por la desilusión. El protagonista de la historia se enfrenta a la sensación de traición, expresando la herida que dejan las promesas incumplidas y la soledad posterior al abandono. La repetición de imágenes como la de quedarse con "el corazón para que no lo quiera nadie" refuerza esa idea de vacío emocional.

El tema se grabó en el Estudio del Abasto Monsterland, con producción de Sartorio y Álvaro Villagra. Participaron Javier Pandolfi en batería, Fernando Cosenza en guitarra, Roberto Pablo Seitz en bajo y Leandro Hugo Bulacio en piano. Los coros estuvieron a cargo de Mauricio Escobar, Álvaro Villagra y Diana Albornoz.

El videoclip que acompaña el lanzamiento fue dirigido por Cris Dalessandro, con dirección de fotografía de Sebastián Zayas. Martina Dalessandro integró el equipo de asistentes de dirección.

Con este proyecto, Sartorio explora una nueva etapa en su carrera artística, manteniendo en paralelo su trabajo con La Beriso.