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Thanksgiving, un dia para agradecer, donde sea que estemos
Acción de Gracias: Un festín de gratitud que trasciende fronteras
Guillermo Ravagni
Un día para agradecer las bendiciones recibidas durante el año.
Oh, deja que la acción de gracias fluya con cada respiración, como un río que limpia el alma. Con cada latido de tu corazón, libera la tensión y la amarga carga de la discordia. Da gracias, da gracias, sin reservas, porque en el acto de agradecer encontramos paz y plenitud.
Este jueves se celebra el Día de Acción de Gracias, o Thanksgiving, en Estados Unidos, un día marcado por el espíritu de gratitud. Si bien es una festividad profundamente arraigada en la cultura estadounidense, la celebración no está limitada a este país. En Canadá, por ejemplo, se celebra el segundo lunes de octubre, un mes antes. En Brasil, el Día de Acción de Gracias fue instituido por ley en 1966 (Ley 5110), y se celebra el cuarto jueves de noviembre, al igual que en EE.UU. Pero más allá de las fronteras de estos países, el Día de Acción de Gracias es una fecha universal que todos podemos celebrar, sin importar el lugar en el que nos encontremos, ya sea en Sudamérica, Europa, Asia o cualquier otro rincón del mundo. Se trata de un día para detenernos a reflexionar sobre lo que tenemos, para reconocer nuestras bendiciones y compartirlas con aquellos que amamos.
El Día de Acción de Gracias en su forma más pura es un momento de conexión profunda, no solo con los demás, sino también con la vida misma, más allá de la religión o la cultura. No importa cuáles hayan sido las dificultades o desafíos de los últimos días, la verdadera gratitud se encuentra en el reconocimiento de que siempre hay algo por lo que agradecer. Como el poeta Ralph Waldo Emerson dijo alguna vez: "La gratitud es no solo la mayor de las virtudes, sino la madre de todas las demás".
Un vistazo al origen: Esta festividad tiene sus raíces en 1621, cuando los pilgrims (peregrinos) ingleses recién llegados a Plymouth (hoy Massachusetts) se unieron con los Wampanoag, una tribu nativa, para celebrar la cosecha de otoño. Ese evento, considerado el primer Día de Acción de Gracias, fue un momento de intercambio y unión entre dos culturas. Los peregrinos agradecieron a los Wampanoag por las técnicas de cultivo que les enseñaron, que les permitieron sobrevivir a su primer año en el Nuevo Mundo.
La proclamación oficial: Aunque el Día de Acción de Gracias ya se celebraba de manera informal en muchas comunidades de Estados Unidos, fue en 1863 cuando el presidente Abraham Lincoln proclamó oficialmente la festividad como un día nacional. En ese momento, la nación atravesaba una crisis profunda, pues la Guerra Civil dividía al país, pero Lincoln vio en la gratitud una manera de unificar a la población.
Un dato interesante: Sarah Josepha Hale, una escritora y activista, jugó un papel crucial en la institucionalización de esta festividad. En 1827, Hale publicó una novela llamada "Northwood: A Tale of New England", en la que describía detalladamente una celebración de Acción de Gracias. A lo largo de 17 años, Hale escribió cartas a presidentes y figuras públicas, abogando por la creación de este día feriado. En 1863, sus esfuerzos finalmente dieron frutos, cuando Lincoln cedió a la presión y proclamó el cuarto jueves de noviembre como Día Nacional de Acción de Gracias.
Thanksgiving hoy: Actualmente, Thanksgiving se ha convertido en una de las festividades más importantes en los Estados Unidos, un día dedicado no solo a compartir una cena con familia y amigos, sino a hacer una pausa para reflexionar sobre las bendiciones del año. Los platos típicos incluyen pavo, puré de papas, salsa de arándano y pastel de calabaza, pero, más allá de la comida, lo esencial es el acto de compartir y agradecer.
Este día también marca el inicio de la temporada navideña, un momento para reflexionar sobre lo que hemos logrado y lo que nos queda por hacer. Y aunque la celebración varíe según la región y la familia, el mensaje central sigue siendo el mismo: dar gracias por todo lo bueno, por lo simple y lo complejo, por lo que es y lo que está por venir.
Así que, independientemente de dónde estemos, podemos hacer de Thanksgiving una fecha especial para todos. No necesitamos esperar a que llegue un día en específico para dar gracias. Lo importante es hacer de la gratitud una práctica constante, que nos conecte con lo que realmente importa.