20 ago 2019 / Life

Ya es hora de que te fugues de la prisión

La libertad se nos ha dado, para elegir el camino...

Nunca consideres encerrarte en una habitación pequeña rodeado de desgastados muebles, sin limpiar, cortinas sin lavar o quizás paredes sin pintar. Nunca te encarceles a ti mismo en tu propia casa. Puedes optar por realizar cambios en el ambiente o si es posible dar un salto gigante y dar el paso a algo más grande y mejor. Esto se hace todo el tiempo en los lugares en los que cada uno de nosotros vive, pero ¿qué pasa con tus actitudes, creencias y opiniones?

¿Estás siendo prisionero de tus propios pensamientos negativos, del rencor, tu incapacidad para perdonar y olvidar, o quizás algún remordimiento te da vueltas en tu mente?

Si es así, es hora de que te fugues de la prisión. Es el momento de reflexionar, repensar... Es el momento de recargar, recrear, relajarse y regocijarse en lo bueno.

Cada momento es una oportunidad para dejar de lado aquello que te mantiene prisionero física, mental o espiritual. Cada momento es un nuevo comienzo. Cada momento es una oportunidad para salir de los viejos desgastados aspectos, oscuros sentimientos e ir hacia la luz, el bien, la verdad.

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