Coti y Francisco Charco se juntaron para dar vida a “Últimamente”, una canción que se ubica dentro del rock argentino más confesional, donde la palabra es protagonista. El cantautor rosarino y el líder de Cruzando el Charco comparten una interpretación que se siente cercana, como si estuvieran recordando una historia reciente que todavía duele.
La letra se mueve en el terreno de la noche, ese momento donde todo se aquieta y aparecen los pensamientos que en el día se esquivan. “Cuando se hace de noche y mueren las persianas, la gente se ha ido ya, me quedo solo con mi silencio”, abre la canción, marcando el clima de introspección. El narrador se encuentra frente a su propia soledad, repasando un amor que fue intenso, que lo llenó, que liberó deseos y fantasías, y que ya no está.
El estribillo deja claro lo que significó esa conexión: “Me diste últimamente los mejores momentos que guardaré para siempre”. Allí conviven gratitud y pérdida. La canción expresa cómo, aun creyéndose fuerte, esa ausencia desarma: “Yo creía que la vida me hizo fuerte, pero ahora me desvivo por tenerte”. Esa línea sostiene el corazón del tema: la contradicción entre lo que uno cree de sí mismo y lo que el amor puede revelar.
El visual acompaña esa atmósfera de intimidad. La escena transcurre en el living de una casa. Coti toca la guitarra y canta junto a Francisco Charco, a veces a dúo y otras en soledad. Frente a ellos, lindas mujeres y un hombre de traje observan en silencio, cada uno con una copa en la mano. No intervienen, no celebran ni comentan: solo escuchan. La presencia de estas figuras funciona como espejo de la propia canción, donde hay compañía pero también distancia, como si el mundo siguiera mientras el protagonista intenta ordenar lo que siente.
“Últimamente” no busca exagerar emociones ni construir una épica. Se sostiene en la sinceridad de lo que duele y lo que se recuerda. Una canción para esas noches en las que el silencio es más fuerte que todo lo demás, y el pasado vuelve a ocupar el centro.