Hay canciones que no buscan marcar un momento concreto, sino quedarse dando vueltas alrededor de una sensación difícil de nombrar. The Longest Goodbye se mueve en ese terreno. No habla de una ruptura repentina ni de un final cargado de dramatismo, sino de ese desgaste silencioso que se alarga cuando ambas partes saben que algo se terminó, pero todavía no logran soltarlo del todo.

En esta versión compartida, Role Model y Laufey convierten la canción en un intercambio contenido, casi involuntario. Lo que en su forma original sonaba a confesión individual, acá se transforma en una especie de diálogo implícito, donde cada frase parece responder a la anterior sin necesidad de explicaciones. El tema forma parte de Kansas, el segundo álbum de estudio de Role Model, publicado en julio de 2024, un disco atravesado por relaciones que se desgastan sin grandes escenas ni finales claros.

Tucker Pillsbury, conocido profesionalmente como Role Model, es un cantautor estadounidense que inició su recorrido musical ligado al rap antes de inclinarse hacia un sonido más cercano al indie pop, marcado por letras introspectivas y un tono confesional. Laufey, en tanto, es una cantautora y productora discográfica islandesa, cuya obra suele moverse entre blues, el pop, el jazz y una sensibilidad melódica que dialoga con lo clásico sin perder actualidad.

La letra avanza apoyándose en escenas simples y reconocibles. Una mañana cualquiera, un cambio de ciudad, un bar que cierra, un silencio que pesa más que las palabras. Todo ocurre en un tono bajo, sin subrayados, como si decir demasiado fuera innecesario. La frase “I don’t think I love you anymore” aparece y vuelve, no como una afirmación firme, sino como una idea que cuesta aceptar incluso después de ser dicha.

Las voces se complementan desde lugares distintos. Role Model mantiene ese registro íntimo, casi conversado, mientras Laufey aporta una calidez melancólica que acompaña el relato sin imponerse. No hay intentos de lucimiento individual. La canción se sostiene en esa cercanía incómoda que se genera cuando dos personas comparten una verdad que ya no sorprende, pero igual duele.

El video que acompañó el lanzamiento va en la misma dirección. Filmado en blanco y negro y con una puesta sobria, muestra a ROLE MODEL y Laufey compartiendo micrófono, acompañados por otros músicos en un formato que remite a una sesión en vivo. La cámara se concentra en la interpretación, los gestos y las miradas, sin desviar la atención hacia una narrativa externa.
 

Aunque el estreno quedó varios meses atrás, The Longest Goodbye no pierde vigencia porque no depende del contexto. Habla de un momento que se repite en distintas formas y épocas: cuando el adiós llega tarde y se estira más de lo necesario. Por eso la canción no termina de cerrarse del todo. Como la historia que retrata, queda suspendida en ese punto intermedio donde nadie se va, pero nadie se queda.