Kidd G, artista oriundo de Georgia que viene encontrando su camino dentro del country, liberó Juliet, una balada que se siente como una llamada que llega tarde. La canción muestra a un tipo solo en un pueblo sin nombre, con un show recién terminado y el teléfono en la mano, marcando el número de la chica que dejó atrás.

Arranca con guitarras acústicas suaves y la voz de Kidd G —con ese acento sureño que mantiene la cercanía— contando la historia como si fuera un mensaje de voz. En el estribillo aparece de frente: “Hello Juliet from way past the county lines / I should’ve never left, you told me a thousand times”. Ahí se abre el remordimiento, el reconocimiento de errores y ese deseo de que “this ain’t how our story ends”.

La letra incluye detalles que le dan realismo: menciona a la mamá de Juliet, los cigarrillos en una habitación de motel, las siluetas en la cama que no son la de ella. El puente —“I should’ve put down the bottle when I had the chance”— funciona como una confesión que corta el ritmo y deja expuesta la culpa.

Kidd G mezcla elementos del country tradicional con una sensibilidad que se siente directa. Juliet no es un tema para bailar; es para escucharlo con calma y pensar en lo que quedó atrás.

El video oficial acompaña esa idea. Lo muestra en una cabina telefónica, teléfono en mano como si la llamada fuera real, intercalado con recuerdos de la relación: fotos improvisadas, caminatas de la mano, un beso en la frente. Simple, sin efectos excesivos y centrado en la historia que la canción busca contar.
 

Kidd G comenzó construyendo una audiencia como rapero en TikTok y SoundCloud antes de acercarse al country, género en el que hoy desarrolla su proyecto musical.