15 nov 2025 / News

Ashley Cooke es fiel a su sentir

Desde Nashville, TN para el mundo

Por:
Guillermo Ravagni

Ashley Cooke vuelve a compartir música desde Nashville con baby blues, una canción que retoma ese estilo cercano y cotidiano que la ha acompañado desde sus primeros pasos. Nacida en Parkland, Florida, y radicada en Tennessee desde hace varios años, la artista sigue desarrollando su identidad musical después de shot in the dark, aquel álbum de 24 canciones que liberó en julio de 2023.

Este nuevo lanzamiento forma parte de ace, su más reciente álbum producido por Dann Huff. Dentro de este proyecto aparecen composiciones personales como “the f word”, “the hell you are”, “swear words” y otras piezas que continúan construyendo su sonido. En ese conjunto, baby blues destaca por capturar un momento simple entre dos personas que intentan salir de casa mientras el tiempo se les escapa.

La canción arranca con una petición que mezcla cariño y un poco de frustración: “Baby put those baby blues away, one more look’ll get that bed unmade”. Cooke retrata ese momento en el que una simple mirada alcanza para cambiar el rumbo, algo que podría leerse como: “Bebé, aparta esos ojos azules, que una mirada más y terminamos en la cama”. La escena sigue con la presión del reloj: “We’re already runnin’ late, ain’t much more that I can take”, es decir, “Ya vamos tarde y no sé cuánto más puedo aguantar”. Todo construye la imagen de una pareja lista para salir, pero atrapada por esos gestos que retrasan cualquier plan.

Esa dinámica juguetona avanza a lo largo de toda la canción. Cooke muestra cómo una salida aparentemente sencilla puede convertirse en un intercambio de excusas, besos rápidos y miradas que cambian el rumbo. En medio de esa historia, la insistencia vuelve una y otra vez: “Baby put those baby blues away”, mientras la melodía acompaña el tono ligero de la letra.

Hacia el final, cuando ya asumieron que van demasiado tarde, aparece una línea que resume la esencia del tema: “How’s it 7:58, okay maybe we should stay, don’t ya don’t ya put those baby blues away”, que se entiende como un “¿Cómo puede ser que ya sean las 7:58? Quizá deberíamos quedarnos… no, no apartes esos ojos azules”. Con eso, Cooke cierra la canción entre humor, complicidad y esa intimidad cotidiana que la caracteriza.
 


Ashley Cooke presenta baby blues como una de las piezas que dan forma a ace, un álbum donde sigue trabajando historias simples que se sienten cercanas, sostenidas por un sonido que cada vez se vuelve más propio.

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