Ashley Monroe le da un nuevo aire a uno de los temas más icónicos de Leonard Cohen. Con un video filmado y editado por Erika Rock, la cantautora aparece rodeada de naturaleza: árboles, flores y la serenidad de un bosque que acompaña su interpretación de That’s No Way To Say Goodbye.

El clip es sencillo y auténtico. Vemos a Monroe caminar con calma, dejarse envolver por el paisaje y, en escenas más íntimas, tocar la guitarra mientras canta. La atmósfera transmite paz, sensibilidad y una conexión especial entre la música y el entorno.
 

Más allá de la imagen, Ashley se encargó de las voces principales, los coros y la guitarra acústica, dándole su propio sello a la obra publicada originalmente en 1967. Su interpretación mantiene la melancolía del tema, pero al mismo tiempo la vuelve cercana, fresca y profundamente personal.

Un homenaje delicado a Cohen, hecho con respeto y con el inconfundible talento de Monroe, que sigue demostrando por qué su voz y estilo tienen un lugar especial dentro del country actual.