Lizzo se subió al escenario para darle nueva vida a Still Bad, una canción que habla de levantarse después de una caída. En esta versión en vivo desde Nueva York, se la ve conectando con el público desde el primer momento, llevando esa mezcla de desilusión y orgullo hacia un lugar de celebración compartida.

El tema arranca desde un lugar de dolor, con la artista mostrando su enojo por una relación que no terminó bien. Pero lejos de quedarse en la tristeza, Lizzo elige el camino de la determinación. “Plot twist, I’m doing great”, canta en uno de los versos, sobre un ritmo marcado que la impulsa hacia adelante. Más adelante, no duda en soltar con ironía: “I don’t need him, I need a drink”, mientras el público la acompaña con entusiasmo.

En el show se siente claramente esa búsqueda de liberarse de lo que pesa, de dejar atrás los días difíciles y refugiarse en la energía de la gente que la rodea. Hay también un tono desafiante, casi como un recordatorio para sí misma de que, a pesar de todo, sigue firme y no ha perdido la confianza.
 

Después de Special, su último álbum de 2022 que incluyó el exitoso About Damn Time, Lizzo había anunciado que se tomaría un descanso de la música. Incluso llegó a decir que pensaba dejarla por completo. Sin embargo, con Still Bad y Love in Real Life, dos nuevas canciones, todo indica que su próximo proyecto está en camino.

Por ahora, esta performance en vivo deja claro que Lizzo sigue encontrando en el escenario un espacio para transformar sus historias personales en algo que conecta con el público de manera directa y honesta.