En Nashville, donde el aire parece guardar ecos de viejas guitarras, Lainey Wilson volvió a encontrar su lugar natural: el centro de un escenario que no intimida, sino que la acompaña. La 59ª edición de los Premios CMA tuvo muchos nombres, muchas voces, muchos cruces luminosos; aun así, hubo un hilo conductor que se repitió a lo largo de la noche. Ese hilo tenía sombrero, botas y una determinación tranquila: Lainey Wilson.
Como anfitriona en solitario, se movió con una seguridad tranquila. Pero fue al abrir la ceremonia cuando el Bridgestone Arena pareció inclinarse hacia ella. Un popurrí cuidadosamente tejido, que más que un número de apertura fue un recorrido por la memoria del country. Arrancó con “White Horse” de Chris Stapleton junto a Charlie Worsham, y después dejó que Brooks & Dunn, Lady A, Gretchen Wilson, Miranda Lambert, Ella Langley y Riley Green aparecieran como postales familiares en un viaje que pertenece a todos.
Abrió con “White Horse” de Chris Stapleton junto a Charlie Worsham, y desde allí todo avanzó con naturalidad. No había urgencia, solo el deseo de celebrar. Brooks & Dunn, Lady A, Gretchen Wilson, Miranda Lambert: sus canciones aparecían como estampas familiares en un álbum de carretera. Wilson caminó entre mesas, saludó, rió, cantó con otros artistas; convirtió la ceremonia en un fogón grande donde todos parecían invitados a compartir una historia.
Más tarde, cuando subió al escenario para interpretar “Ring Finger”, se permitió jugar con esa personalidad suave que la distingue. La cámara la siguió, pero ella parecía seguir a la música, como si estuviera escuchando una voz interna que marca su propio compás.
La noche encontró su cierre simbólico cuando Keith Urban pronunció su nombre como Artista del Año. No hubo estridencias. Solo una ovación que se siente distinta cuando es ganada desde la constancia. Con este premio, Wilson se convierte en la tercera mujer en lograr el doble triunfo en la historia de los CMA, acompañando a Taylor Swift y Barbara Mandrell. Un dato que pesa, sí, pero que también invita a pensar en cómo las trayectorias se construyen paso a paso, canción a canción.
Los aplausos continuaron cuando se llevó el reconocimiento a Vocalista Femenina del Año y Álbum del Año por Whirlwind. Un remate sincero para una edición que, lejos de ser lineal, se movió entre homenajes, colaboraciones inesperadas y una larga lista de artistas que dieron color a la transmisión del 19 de noviembre.
Keith Urban, Little Big Town, Luke Combs, Ella Langley, Megan Moroney, Zach Top, Old Dominion, Patty Loveless, entre muchos otros, dejaron su sello sobre el escenario. También hubo cruces que encendieron al público: Luke Combs con BigXthaPlug, Shaboozey con Stephen Wilson Jr., y Chris Stapleton junto a Miranda Lambert.
Entre apariciones, saludos y momentos espontáneos, la transmisión avanzó con la sensación de que la música country, lejos de ser un museo, es un río en movimiento. Y esa noche, Lainey Wilson fue quien mejor supo leer su corriente.