Alexandra Kay - Nobody

Alexandra Kay vuelve a mirar hacia adentro en Second Wind, un álbum donde cada canción parece parte de una misma conversación con su propio pasado. En Nobody, la protagonista no lucha por no perder a alguien: ya está frente a la pérdida, y lo que emerge es la intensidad de un amor que no sabe ser tibio.

La letra se mueve entre imágenes íntimas y finales posibles. Ella escucha cómo la relación se enfría, pero en vez de aceptar el cierre, el corazón se le desborda. Prefiere el incendio a la indiferencia; la ausencia absoluta antes que un amor reemplazable. La canción no dramatiza por exageración, sino por la honestidad con la que muestra a alguien que entrega todo, incluso cuando ese todo ya no tiene a dónde ir.

Hay una iglesia, un pueblo mirando, y el eco de un “te lo dije” que no suena a reproche sino a destino. No es una amenaza ni una escena teatral. Es la voz de alguien que ama con una intensidad que no encuentra punto medio. Si no es correspondida, la historia simplemente no continúa.
 

Nobody se siente como ese momento en que el corazón todavía late por costumbre, pero la historia ya lo decidió todo. Un retrato de lo que pasa cuando amar no encuentra su lugar, pero aun así insiste en quedarse.