Noah Cyrus y Fleet Foxes presentan "Don't Put It All on Me", una balada melancólica con toques folk-rock que explora la distancia emocional en una relación. Con armonías entre Cyrus y Robin Pecknold, el tema comienza de forma íntima con un piano y poco a poco crece en intensidad.
La canción, escrita por Braison Cyrus, hermano de Noah, habla de la aceptación de un cambio inevitable sin resentimientos. La frase "somedays we might fall apart, but we’re never broken" resume el espíritu del tema: aunque la separación sea dolorosa, el vínculo sigue teniendo valor.
Este lanzamiento llega en un momento en el que Noah Cyrus parece estar preparando nueva música, lo que podría marcar el inicio de una nueva etapa en su carrera.