La vida nos lleva por caminos inesperados, pero siempre llevamos con nosotros un pedacito de nuestro lugar de origen. Kelsea Ballerini nos lo recuerda con su emotivo sencillo Half of My Hometown, una colaboración con Kenny Chesney que es pura nostalgia.
En el video musical, Kelsea brilla en un elegante vestido rojo, con maquillaje a juego que destaca su estilo vibrante. La estrella country sonríe mientras revive sus mejores recuerdos, dándonos un vistazo a su pasado.
Filmado en Knoxville, Tennessee, la ciudad natal de Kelsea, el clip nos lleva a través de varios lugares significativos, incluida su escuela secundaria. Cada imagen es un homenaje a sus raíces y un recordatorio de que, no importa dónde nos lleve la vida, siempre llevamos con nosotros un pedacito de donde crecimos: